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[Historia] Los Lobo Gélido antes del Portal Oscuro.

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Mensaje por Zashe Dom Sep 16, 2018 5:21 pm

Introducción

Los datos que conocemos del Clan Lobo Gélido se remotan a 25 años antes de la apertura del Portal Oscuro, donde un joven Durotan se convertirá en el eje más importante de la historia de su propio Clan. Sin embargo para conocer las acciones que giran en torno a la existencia del clan, tenemos que conocer los sucesos que acontecieron alrededor de sus años de historia.
Antaño los orcos eran una de las razas más pácificas de Draenor, nativas del planeta que ostentaban. Incluso tuvieron cierto contacto con los draenei, pero siempre manteniendo una relación muy distante.
Estructuralmente su sociedad se organizaba por clanes. Cada clan tenía su propio jefe, sus costumbres, e incluso sus diferencias físicas. Sin embargo había una celebración que tenía lugar dos veces al año que se conocía como Kosh’harg. Gracias a esta celebración, los clanes podían reunirse a pesar de las diferencias que imperaban en cada uno de ellos.
La celebración tenía lugar en Nagrand, a los pies de Oshu’gun. En aquel lugar, los chamanes podían ver y hablar con los ancestros: Espíritus de orcos que no estaban entre los vivos. Allí los ancestros en ocasiones les revelaban en ocasiones relatos importantes de su futuro, pasado o presente.


El ascenso de Durotan

Fue en uno de esos festivales en los que un joven Durotan, un pequeño orco del Clan Lobo Gelido conoció a Orgrimm Martillo Maldito, del Clan Roca Negra. Esta amistad sería algo relevante en el futuro del joven Durotan, debido a que no se deterioraría a pesar de la diferencia de los clanes.
Durotan era el menor de tres hermanos: Fenris, Ga’ran y él mismo. Hijos de Garan y Geya, jefes del Clan Lobo Gélido.
El hermano mayor, Fenris, comenzó a convertirse en un orco problemático para la familia y sus relaciones con los miembros del Clan del Señor del Trueno fueron creciendo con el paso de los años. Su padre, Garad, intentó impedir que su hijo tomara dicha senda. Al ser incapaz de conseguirlo el propio Fenris retó a su padre a un Makgora, el cual perdió. Aún así su padre le perdonó la vida y Fenris marchó avergonzado, convirtiéndose en un miembro más del clan del Señor del Trueno y, poco después, en su jefe. A partir de entonces fue conocido como el Lobo de Hierro.
Por otra parte, el segundo hermano de Durotan, Ga’ran, era muy impulsivo y carente de sabiduría, lo que hizo que Durotan fuera elegido heredero del clan por su padre. De igual forma Ga’ran murió en extrañas circunstancias, desconocidas a día de hoy.
El tiempo pasó y el padre de Durotan murió, quedándose sólo ante el poder de todo un clan, con el único apoyo de su compañera, Draka, hembra que se unió a él poco después de que Durotan años atrás hubiese completado su Om’riggor.
Una figura reseñable entra en la historia de Durotan: Drek’thar. Por aquel entonces una vieja anciana conocida como madre Kashur lideraba el ala chamanística del clan. Pero con su muerte, siendo Drek’thar su alumno más aventajado, él tomó su puesto.


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Por aquel entonces el Clan Lobo Gélido creó una aldea por iniciativa de la madre de Durotan, Geyah. La aldea se situó en Nagrand y se le llamó Garadar, en honor al difunto padre de Durotan. En un primer momento esta aldea sería un lugar donde orcos permanecieran en cuarentena; Una enfermedad conocida como viruela roja estaba asolando a los clanes.


El llamamiento a los clanes

Durotan recibió un llamamiento por esta misma época junto con el resto de clanes a Oshu’gun y sin duda alguna acudió, junto con todos los clanes.

Los que conocemos de los clanes de aquel entonces era lo siguiente:

- Clan Lobo Gélido, liderado por Durotan. Wor’Gol, Cresta de Fuego Glacial.
- Clan Foso Sangrante, liderado por Kilrogg. Zeth’tol, Selva de Tanaan.
- Clan Grito de Guerra, liderado por Grommash. Grommashar, Nagrand.
- Clan Mano Destrozada, liderado por Kargath. Bastión Garrafilada, Cumbres de Arak.
- Clan Roca Negra, liderado por Puñonegro. Alguna aldea de Gorgrond.
- Clan Sombraluna, liderado por Ner’zhul. Shaz’gul, Valle de Sombraluna.
- Clan del Señor del Trueno, liderado por El Lobo de Hierro. Grom’gar, Cresta de Fuego Gracial.
- Clan Mascahuesos, liderado por Hurkan. Gul’rok, Talador.
- Clan Faucedraco, liderado por Zuluhed. Alguna aldea de Nagrand.
- Clan Filoardiente, se desconoce el líder de aquel entonces. Salvalor, Nagrand.
- Clan Riecráneos, se desconoce el líder de aquel entonces. Poblado Cuerno Partido, Gorgrond.

Todos habían sido reunidos por Ner’zul. Una poderosa visión había llegado a él en sueños y vaticinaba que la destrucción del pueblo orco vendría de mano de los draenei. Extrañamente, otros orcos chamanes de otros clanes habían tenido visiones similares en los últimos días.
En un primer momento hubieron dudas por parte de los clanes, siendo los Lobo Gélido los que encabezaron la disconformidad de lo que aparentemente era necesario hacer: Destruir a todos los draenei para evitar la extinción de su propio pueblo. El resto de clanes parecía verlo mucho más claro.

Es por ello que en las siguientes semanas, los clanes orco se armaron para diezmar la vida draenei. El clan que propició el primer golpe fue el Clan Roca Negra.


La Guerra contra el pueblo Draenei

Los meses pasaron y la guerra caía sobre el pueblo draénico, pero el Clan Lobo Gelido aún no había atacado. Meses después de dicha reunión, todos los clanes habían golpeado, menos ellos. Es por ello que Durotan recibió la petición de Ner’zul de capturar a Velen. Ner’zul quería que Durotan y los suyos fueran partícipes, de un modo u otro, de esta guerra.
En contexto hemos de saber que las visiones de Ner’zul venían de manos de su difunta compañera, la cual volvió a contactar con él repetidas veces con promesas de un ente que le otorgaría más poder y sabiduría, además de conocimiento. Este ser era Kil’jaeden. Ner’zul recibió un mensaje de Velen, líder de los draenei y profeta, en el cual mostraba su sorpresa sobre los ataques de los orco contra su pueblo. Donde igualmente quiso concretar una citación a la que acudiría él mismo.

Durotan tenía en sus manos una tarea que no quería llevar a cabo, pero por la presión de ser el jefe de su Clan y por el respeto a los demás clanes, aceptó. Cuando Durotan fue al encuentro de Velen se percató de que los draenei habían acudido desarmados. Velen jugó sus cartas y le contó a Durotan toda la verdad de Oshu’gun y el Genedar. A pesar de que muchos Lobo Gélido tomaron esto como una ofensa contra sus costumbres, Durotan los dejó marchar. No iba a asesinar a enemigos desarmados, no había honor en ello. Durotan fue duramente juzgado por esto por parte del resto de clanes.


El primer brujo: Gul’dan

También Gul’dan comenzaba a tomar poder e importancia por aquel entonces: Era un joven orco, aprendiz de Ner’zul. Él también había tomado contacto con Kil’jaeden y sustituyó en mando a su antiguo mentor cuando Ner’zul descubrió que todo estaba siendo un engaño. Gul’dan creía en las promesas de poder de Kil’jaeden y, consciente de que el poder que le ofrecían esclavizaría a su pueblo, aceptó sin titubear.

La guerra continuaba y los orcos parecían perecer en mayor número que los draenei. Las batallas eran constantes, pero los draenei se llevaban la victoria una y otra vez. Por alguna razón, los elementos no respondían a la llamada de los chamanes. De ninguno de los clanes. Algo extraño estaba sucediendo y los orcos no aproximaban a saber el qué. Los elementos no querían responder ante tales atrocidades e injusticias.

Es aquí donde Gul’dan vuelve a tomar parte en la historia; Kil’jaeden le ordenó unir todos los clanes bajo un mismo jefe, siendo Puño Negro su elección predilecta. La intención era gobernar y tomar decisiones desde la sombra, siendo Puño Negro únicamente la cara visible para que el pueblo orco no desconfiase. Puño Negro no dudó en aceptar la propuesta, ser jefe de guerra de todos los clanes era algo demasiado tentador. Gul’dan, aprovechando su codicia le convenció para entrenar a todos los chamanes de su clan en su nueva “magia”.
Para terminar de convencer al resto de clanes, Gul’dan hizo llamar a todos los clanes para hacer una demostración del nuevo poder que todos estaban al alcance de poseer. Quiso mostrar grandeza y determinación; Asesinó ante todos los clanes a draeneis capturados con su nueva magia. Parece que a Durotan le estremeció tal crueldad y la magia que Gul’dan les ofrecía. Pero sin embargo, el resto de clanes aceptó esta magia y su aprendizaje dentro de cada clan.

Durotan volvió a sentirse presionado por el resto de clanes en aceptar, así que finalmente no se negó. En parte era consciente de que su pueblo estaba muriendo por las batallas contra el pueblo draenei. Las decisiones que tomaba se le hacían una pesada carga sobre sus hombros.

El Clan Lobo Gélido continuó aceptando a regañadientes las decisiones que se tomaba en la joven Horda, no teniendo más opción. Con Puño Negro como líder de todos los clanes, se dictaminó que aquel clan que no estuviera al favor de sus decisiones sería exiliado, asesinando previamente al líder del clan y a su compañera. Durotan estaba siendo concienzudamente observado por Puño Negro y el resto de clanes. Cualquier paso en falso, implicaría el fin de los Lobo Gélido.
Durotan cometería crímenes que siempre le atormentarían.



La evolución de los clanes



Las decisiones que la Horda estaba tomando se tornaban cada vez más crueles; obligaban a los niños a crecer prematuramente a base de magia vil para obligarlos a luchar. Mataban a civiles y a niños draenei a sangre fría. La rabia y la ira en la lucha se estaba convirtiendo en algo que asustaba a Durotan y los crímenes contra el pueblo draenei estaban siendo toda una barbarie sin frenos. La figura del brujo cada vez tomaba más auge. El pueblo orco llegó hasta un punto que jamás hubo pensado; se aliaron con los ogros con tal de conseguir la masacre definitiva del pueblo draenei.

Con el tiempo, todos los Clanes orcos recibieron la orden de dejar atrás sus poblados y aldeas y mudarse a una enorme ciudadela (llamada así, La Ciudadela), donde convivirían todos, en la Selva de Tanaan. Durante esta época, Gul’dan prohibió el chamanismo temiendo que los orcos hablasen con los ancestros y descubriesen el enorme engaño. Buscaba tener todo bajo estricto control.
Efectivamente los orcos arrasaron todas las localizaciones draenei con el paso de los meses; Auchindoun, el Templo de Karabor e incluso en último lugar, la ciudad De Shattrath.

Sin embargo antes del asalto a la ciudad de Shattrath tuvo lugar un acto que cambiaría la vida de los orcos para siempre; Kil’jaeden envió hasta Gul’dan al poderoso demonio Mannoroth. Le hizo cortar parte de la piel de su antebrazo y Gul’dan recogió su sangre demoníaca.
Ner’zul por aquel entonces aún seguía con vida, consciente de todo lo que estaba sucediendo y con la conciencia cargada de muertes debido a sus acciones pasadas. Sabía lo que Kil’jaeden pretendía y en secreto envió una carta a Durotan, en la que le decía que no bebiera de la sangre que Gul’dan a posteriori le ofrecería.

Los Lobo Gélido ya se habían percatado de que toda la vida y la naturaleza estaba muriendo, arrasada por la nueva magia de Gul’dan. E incluso también por ese entonces la piel de los orcos comenzaba a tornarse verdacea.
Los planes de Kil’jaeden y de Gul’dan parecían seguir su curso, por lo que volvieron a hacer un llamamiento a los clanes a una de las montañas cercanas a La Ciudadela (montaña que más tarde se conocería como “El Trono de Kil’jaeden”). Allí Gul’dan les ofreció la sangre de Mannoroth con promesas de un poder desmesurado. El primero en tomar la sangre fue Grommash Grito Infernal. Tras él, todos comenzaron a beber. Sin embargo Durotan rechazó la bebida y prohibió a los Lobo Gélido que la tomasen.

Con la sangre de demonio por sus venas, los orcos hicieron caer ante ellos la ciudad de Shattrath de una forma sangrienta y cruel. La guerra contra los draenei había terminado.



Apertura del Portal Oscuro

Tras las incesantes batallas y con la caída del pueblo draenei el mundo había quedado destrozado. Apenas había árboles y las aguas estaban contaminadas. Los animales eran escasos y los orcos comenzaron a enfermarse y morir a causa de las hambrunas.
Parecía que tras el último asalto a Shattrath, Kil’jaeden había desaparecido y Gul’dan se había quedado con las manos vacías.
Fue entonces cuando Gul’dan comenzó a recibir en sueños nuevas órdenes por parte de un ente desconocido, uno que le ofrecía más poder del que incluso Kil’jaeden le ofreció tiempo atrás. Para ello deberían transportarse a otro mundo. Gul’dan no dudó: Ordenó construir un enorme portal que les llevaría más de cuatro años de construcción.

Cuando estuvo concluído, Gul’dan hizo sacrificar a los obreros que construyeron el portal para alimentar la magia del portal e hizo llamar a todos los clanes con la intención de viajar a un nuevo mundo.

Durotan sabía que su pueblo moría; Apenas había alimento y la vileza contaminaba todo por doquier. Las promesas de viajar a un lugar rico en bosques, animales, vida… Era algo que no pudo rechazar.

Aún así no todos los clanes pasarían, pues Gul’dan consideró que algunos de ellos deberían quedarse en Draenor, o al menos, la mayor parte de los orcos de estos clanes. Siendo estos; Mano Destrozada, Sombraluna, Señor del Trueno, Foso Sangrante, Riecráneos y Grito de Guerra.

Pero antes de cruzar el portal estalló una batalla entre clanes: Gul’dan quiso sacrificar a un joven e inocente niño draenei para alimentar el portal y Durotan se interpuso. Algunos clanes fueron a frenar a Durotan y el Clan Lobo Gélido se levantó. Pero no sólo el Clan Lobo Gélido; otros clanes llevaban ya meses creyendo en la palabra de Durotan y una encarnizada lucha comenzó a emerger entre todos los clanes. La lucha se detuvo cuando el Portal Oscuro los dejó a todos anonadados con su brillo y poder; había sido abierto.
Detuvieron la lucha y los orcos comenzaron a cruzar el Portal Oscuro. Durotan sabía que Gul’dan quería su cabeza debido a su rebeldía, pero Gul’dan sabía que matar a Durotan desencadenaría una guerra civil entre los orcos.



El nuevo mundo

Los orcos comenzaron a arrasar de una forma infame el nuevo mundo. Las matanzas comenzaron contra los pueblos de los reinos humanos.
Aquí la historia de los Lobo Gélido se desliga completamente del resto de clanes.
Gul’dan era consciente de que no podía matar a Durotan debido a que tenía una gran cantidad de seguidores, por lo que optó por desterrarlo.
El Clan Lobo Gélido, liderado por Durotan y todos los que le siguieron, viajaron durante meses hasta llegar a las montañas de Alterac, donde se establecieron hasta el día de hoy.
Durotan sería más tarde asesinado junto con Draka por orden de Gul’dan, aprovechando que Durotan volvería de su exilio para advertir a su viejo amigo Orgrim de la traición de Gul’dan. Sin embargo dejaron atrás un hijo consigo; Go’el, quién sería criado y encontrado por un humano.

Durante el transcurso de la Primera y Segunda Guerra los Lobo Gélido permanecieron en Alterac, ajenos a la batalla. Volvieron a tomar con el tiempo sus viejas costumbres y tradiciones, ayudados por Drek’thar.
No volvieron a tener lugar en la historia hasta la Tercera Guerra, donde participarían en la lucha contra la Legión Ardiente y donde colaborarían en la construcción de Ogrimmar. Muchos miembros de los Lobo Gélido dejaron las montañosas y frías tierras de Alterac para vivir en Durotar y servir a la Horda. Otros, conservarían su legado allá donde Durotan les llevó tiempo atrás.


Actualmente
A día de hoy, los Lobo Gélido se ven envueltos en los problemas que atañen a la Alianza y la Horda. Los enanos Pico Tormenta disputan y desean los terrenos que posee el Clan y la defensa y revuelta constante es algo que impera en Alterac. El último líder conocido del clan es el viejo Drek’thar.

Zashe

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